Valores humanos
Hace unos días tuve la oportunidad de participar en el primer concierto del nuevo grupo musical Nun titulado Homar en el Convento de las Artes, a raíz de la propuesta de Gerard Marsal – músico y fundador del grupo- de escribir unas frases representante ciertos valores humanos, el hilo conductordel espectáculo. El concierto fue una conmovedora oda a la humanidad, en toda su crudeza y belleza, combinando música, palabras e imágenes de todo el mundo.
Los valores que elegí para ilustrar con frases que se proyectaron durante momentos del concierto fueron la gratitud, el amor y la honestidad.
Ahora, a sólo cinco semanas de Navidad, me nace de compartir estas frases contigo (en cursiva) pues en mi experiencia resuenan con este momento y espacio de tanta carga personal, emocional e histórica.
Gratitud
Llévate la mano corazón y haz tu ofrenda. En la playa abierta de tu pecho, las olas libres libres, vienen y van….
A pesar de sus excesos y derivas comerciales, la Navidad, al marcar de fin de un ciclo y el abrir uno nuevo, me trae a la consciencia el regalo de estar vivo. En esta existencia humana, marcada queramos o no por el fin de la misma, es decir la muerte, estar vivo es verdaderamente un regalo. El regusto de la Navidad se vuelve áspero al conectar con el sufrimiento inherente a la vida, enfermedades y personas queridas que ya no están. Y al mismo tiempo hay algo eterno que cada año se renueva con esta festividad. Yo lo interpreto como el milagro de renacer en un contexto adverso. El renacer de la vida en las circunstancias más difíciles, encarnado en los niños que llegan en las barrigas de madres que viajan en patera, o los que nacen en un contexto de guerra. La vida encuentra una vía y eso es siempre una buena noticia. Y también el renacer de nuevas formas y procesos. Un amigo perdido que encuentra su camino. Silencios colectivos que se rompen, nuevos liderazgos, nuevas formas de expresión …
Honestidad
Una a una, las hojas secas caen de tu árbol, y tú lo admiras perplejo. Con todo para ganar y nada que perder, desnuda, tu alma encarna la verdad.
Desde que tengo uso de razón que me ha hecho alergia hacer lo que se esperaba de mi, y por ello una parte de mí se resistía a los rituales y tradiciones. Durante años, este patrón me ha impedido conectar con la esencia de la Navidad y también con otras celebraciones tradicionales. Al rechazar la parte superficial de las mismas, me desconectaba de la parte que era honesta y en la que podía encontrar sentido.
Ya hace unos años, que habiendo ya separado el grano de la paja, hago de la Navidad lo que tiene sentido para mí, lo que incluye, tener en cuenta a la gente que quiero, en la medida en que participo con mi expresión auténtica. Esta honestidad pasa indudablemente por mirar dentro de mí y preguntarme quién soy y qué es importante esta Navidad, preguntas siempre con una respuesta cambiante y en evolución.
Amor
Amor, la sustancia que omnipotente constituye, crea y destruye. En la danza galáctica de tu vida, déjate cabalgar por su fuerza.
Y también bajo la ley de la impermanencia, como todas las cosas, cada Navidad es diferente. Los que nos encontramos para celebrar hemos cambiado. Hay personas nuevas y otras ya no están. Una nueva constelación para una nueva celebración. ¿Cómo encontrar el sentido? Pues a través del amor. El amor como energía, como espíritu y como acción. Durante el tiempo que viví en EUA, en una ocasión como participante en un retiro de meditación budista tuve el honor de hacer de secretaria de una Acharya -una de las autoridades más elevadas del budismo – al frente del retiro. Esto me permitió participar en las reuniones preparatorias durante el retiro. En el proceso me cautivó la práctica explícita de hacer emerger bodhicitta – combinación de compasión y sabiduría por el despertar de todos los seres- a través de una meditación colectiva de unos instantes, por parte del grupo al cargo, antes de pasar a ningún tema concreto.
En este mismo sentido, cuando hablo de amor, quiero llevar la atención a aquello a lo que puedes abrirte con intención desde tu corazón, lo que puedes invocar, dejando que circule libremente una vez lo has hecho, confiando en que encontrará su camino.
Con todo ello, me siento inclinada a prepararme para estos días que se acercan. Hacerlo dedicando un cierto tiempo crear la estructura interna – mental, emocional y psicológica – y externa – forma de las celebraciones- para que, la gratitud, la honestidad y el amor puedan ser encarnados y fluidamente vividos con sentido.
Mirada interior
- Por unos momentos, lleva tu atención a la oscuridad del invierno y su invitación al recogimiento. ¿Qué quiere morir en ti ahora que la Navidad llega? ¿Qué quiere nacer?
- Pensando en esta Navidad a punto de llegar, ¿a quién echarás de menos? Quién estará contigo? De las personas que ya no están ¿de qué forma sientes gratitud por lo que recibiste de ellas? Y de las que te encontrarás este año, ¿de qué forma te sientes agradecido por el hecho de celebrar juntos? ¿Cómo lo puedes expresar?
- ¿De qué manera puedes esta Navidad ser honesto contigo mismo y tu entorno en la medida en que das forma y participas en las celebraciones del mismo?
- ¿De qué forma puedes ser un vehículo para la energía del amor durante estas celebraciones? ¿Qué quiere decir esto a nivel práctico? ¿Qué estado de ánimo deseas invocar? ¿Qué quieres hacer? Con quién?